El blog de Amagredos
Diferencias entre Lepista nuda y Cortinarius purpurascens
R. Aramendi
Diciembre de 2020
Hoy os presentamos dos especies que pueden confundirse con facilidad, si no prestamos la suficiente atención a los caracteres macroscópicos que las diferencian. Estas dos especies las hemos visto, en varias ocasiones, mezcladas en cestas de recolectores poco cuidadosos o que no analizan con precisión las características que las diferencian.
Ambas especies presentan tonalidades violáceas en láminas y estípite, sobre todo cuando Cortinarius purpurascens se recolecta en estadios jóvenes o inmaduros. En este estado de desarrollo es cuando es más probable su confusión.
Cortinarius purpurascens tiene la cutícula de color marrón violáceo, predominando el color violáceo sobre el marrón cuando los ejemplares son jóvenes. Las láminas son violáceas, finas y adnadas al estípite. Cuando el himenóforo va madurando, las láminas van perdiendo el tono violáceo y adquieren coloraciones más pardas, para finalmente, con la edad, ser de color marrón herrumbre. El estípite de joven es de color lila, pero con el tiempo, y la caída de esporas sobre él, adquiere manchas herrumbrosas. Esta especie siempre presenta un anillo-cortina filamentoso, cuyos finos hilos van del borde del sombrero al estípite; estos hilos, que recuerdan a la tela de araña, cuando el ejemplar ya es adulto se desprenden del borde del sombrero y quedan pegados en el estípite, marcando esos tonos de óxido de hierro sobre ellos.
Lepista nuda presenta la cutícula con tonos violáceos, que con la edad o por condiciones meteorológicas puede oscurecerse y pasar a tonos algo marrones o pardos, pues como otras especies el píleo es algo higrófano, es decir, que por higroscopicidad, al captar o ceder humedad, la tonalidad del píleo se puede aclarar u oscurecerse. Las láminas son ligeramente escotadas y siempre de tonos violáceos, no presentando colores pardos. El estípite es de color lila y no se oscurece. No tiene anillo.
Ambas especies comparten hábitat y época de aparición, durante el otoño en coníferas, fundamentalmente en Pinus sylvestris si bien Lepista nuda es más cosmopolita y también la encontramos bajo frondosas y matorrales.
Se presentan dos fotos, una con ejemplares de ambas especies, en la que Lepista nuda tiene una “verdadera” tela de araña en la láminas y otra con Cortinarius purpurascens en solitario.